Imagen de Maria Reyes-McDavis |
Para empezar lo primero que podemos tener es una página web propia, en la que nos demos a conocer y que nos sirva como destino principal en nuestras comunicaciones. Además, podemos completar nuestra presencia online con un blog o con perfiles de redes sociales.
Pero antes de lanzarnos a publicar contenidos debemos pensar en:
- Objetivos a corto y largo plazo: toda estrategia tiene un fin concreto
- Nuestro público: dedica tiempo a escucharles para descubrir ¿qué contenidos le resultan interesantes? ¿qué puedo aportarles?
- Canales ¿dónde vas a publicar? Blog, Google+, Twitter, Facebook…
- Tipo de contenido: propio, de terceros, a través de textos, infografías, vídeo, fotografías…
- Qué hacen otras compañías, qué temas copan la actualidad
- Tiempo que vas a poder dedicar, de esta forma podrás planificarte: tómalo como parte de tu rutina, no como una obligación, todas estas acciones forman parte de tu plan de empresa.
Y todo para conseguir que nuestro negocio tenga mayor alcance, sea más influyente y genere beneficios directos.
En próximos posts hablaremos de los beneficios que tiene una buena estrategia de marketing de contenidos.
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